Ser volantero ¿cómo los tratamos? y ¿cómo tratan?
lunes, 18 de enero de 2010
Muchas veces en la calle recibimos múltiples volantes ofreciendo diversos productos y servicios. Se han preguntado ¿qué siente el sujeto que te lo está dando? Quien reparte volantes es un trabajador que para países como el nuestro es emergente de las crisis. Aunque en países, como EEUU o Japón o los buzoneadores en España es una actividad laboral como calquier otra. También suele ser un trabajo que se hace exporádicamente como primer trabajo de adolescente o quien lo hace "ad honorem" para un empredimiento de un amigo o familiar.
Generalmente, tanto el que reparte los volantes no muestra una sonrisa o un gesto de simpatía como aquél que recibe el material publicitario lo hace con desgano y hasta a veces con fastidio aunque en honor a la verdad esto último fue cambiando por el uso y costumbre e incluso porque le llama la atención el producto o servicio promocionado.
Lo que queremos resaltar, como empresa que se decica a la distribución de publicidad y al reparto de volantes es la indiferencia a veces del público receptor no por NO aceptar el volante sino por quienes dejan al volantero con la mano extendida sin ni siquiera diciendo "NO GRACIAS". Es la misma indiferencia que aplica un volantero o una volantera al entregar el volante sin saludar ya sea de dia, de tarde o de noche y sobre todo sin dar las correspondientes GRACIAS.
Lo paradógico es que ese público que no recibe los volantes puede ser el mismo que tiene, empresa, comercio o es profesional, emprededor y nos llama para que le distribuyamos volantes.
Es momento de terminar con la idea que el reparto de volantes es una actividad fria y cruel para quien lo hace y para el público un obstáculo en su andar por la calle.
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